lunes, 21 de marzo de 2011

Un Teatro Sin Control por Furia del Lago


Cuando reconoces que tu verdadera naturaleza es Unidad –una sencilla presencia-, ¿qué necesidad tienes de entenderla? La presencia es lo que existe. Todo es tal y como es: los personajes que aparecen, las historias que se montan, los terremotos y las tragedias, las grandes alegrías y absolutamente todo lo demás. Ésa es la representación teatral, dentro de la cual, cuando se produce la identificación con el personaje, un montón de cosas pueden parecer importantes pero, en realidad, nada lo es. Sólo son importantes desde el punto de vista del guión de esa representación.

Nathan Gill





Para entender algo, tiene que haber por lo menos dos cosas: el que entiende y lo entendido. Pero si reconoces que tu verdadera naturaleza es unidad, no puede haber dualidad. ¿Quién entendería qué cosa?

La sencillez de la presencia no admite interpretaciones. “Esto es todo”, dice sin palabras.

La interpretación (o la necesidad de entender) surge de rechazar la presencia. ¿Para qué habría de querer alguien rechazar la presencia? Sencillamente, para creerse alguien separado de la presencia. De esta manera, se sentiría como una entidad autónoma, independiente, con absoluto control sobre “su” vida.

Por supuesto, se trata de un producto de la imaginación. Así como Alonso Quijano imaginó ser Don Quijote de la Mancha, esta persona imagina ser alguien que está separado del presente.

Tú eres la presencia, todo es tal y como es. Cuando hablas de que quieres entender, estás escondiendo lo que realmente quieres. Tú, lo que quieres es controlar la vida. Y para controlarla deberías ser algo diferente de ella, algo separado de la vida, del presente.

Pero eso es un esfuerzo vano.

Si te identificas con el controlador, todo parece importante. Las historias que se entrecruzan, los terremotos y las tragedias, el placer y el dolor, las enfermedades, los problemas, las mudanzas y las transformaciones. ¿Cómo harías para controlar todo esto?

Por eso, el personaje controlador vive en estado de conflicto permanente.

Pero si pruebas de no desesperarte por controlar, puedes comprobar algo que hasta parece extraño: todo es tal como es. Esto es todo. Sólo existe el presente y tú eres el presente.

Para el personaje controlador, lo que está sucediendo ahora mismo es importantísimo, pero sólo por su afán de controlarlo. Cuando no te identificas con ningún personaje, ni siquiera con el que llamas “yo”, las cosas simplemente suceden como si estuvieran aconteciendo en el escenario de un teatro al que conocemos como la vida.

No obstante, la perspectiva de no entender se hace difícil de aceptar, aun cuando no quieras controlar nada. “Tengo que entender las cosas, hablar con la gente, relacionarme, hacer negocios o lo que sea. Hay que vivir la vida cotidiana”. Esto es lo que diría cualquiera. Y es así. Las cosas son como son y es necesario vivirlas así, tal como son.

Puedes entender y manejar los aspectos circunstanciales de la existencia, tus relaciones y tu trabajo. Pero entender la vida es tratar de reducirla a un objeto manejable, es como si el corazón quisiera controlar al latido que le está dando vida.

La vida es unidad y, por lo tanto, tú no tienes una vida. Eres vida.

Vivir la vida como un misterio es el gran desafío del ser humano. Por costumbre social y por herencia cultural, nos adaptamos a vivir en medio de rutinas que nos instalan tranquilamente en lo conocido. A medida que se hacen más fuertes, esas rutinas se vuelven cadenas que nos instalan en el mundo de lo conocido.

La vida sigue siendo el gran misterio. En nuestro afán por entender, desechamos lo desconocido. Y así andamos de viaje por un país llamado “Lo que No se Puede Conocer”, creyendo que algunas pequeñas rutinas que idolatramos son lo único que cuenta.


Furia del Lago

domingo, 20 de marzo de 2011

El mensaje de Nathan Gill apunta a lo cotidiano


Quien iba a decir que tal mensaje apuntaba a esto, a lo de todos los días, a lo cotidiano en la vida de cada uno y, más certeramente, a este momento.

Siempre buscando, si no la “Iluminación” al menos, el final de “nuestros problemas”.

Buscando siempre en el futuro, cosa que no existe más que como concepto, como pensamiento.

Este momento es lo único que existe, lo único verdadero y a este momento no le hace falta que le pongamos ninguna etiqueta como “existe” o “verdadero”.

El mensaje de Nathan Gill, Claridad, apunta a lo cotidiano porque es tal como es, sin florituras, ni fuegos artificiales, tal como se da, tal como surja, tal como es.

No hay más, no hay menos, sólo hay esto.


Luis Granados

En esta etapa
























En esta etapa me he propuesto que me voy a dedicar exclusivamente a compartir todo lo que sé sobre Nathan Gill y su mensaje a todo aquel que quiera conocerlo mejor por lo que estoy dispuesto a aclarar todo lo que haga falta al respecto. Los demás blogs dejo en suspenso y voy a dedicarme en cuerpo y alma a este blog, desde el punto de vista de la Claridad y al blog que lleva ese mismo nombre.


Luis Granados.

jueves, 17 de marzo de 2011

Nota de Furia del Lago en Facebook: Cuidar la vida


Los japoneses son los únicos que han sufrido la gran calamidad de la bomba atómica y dos veces por falta de una: Hiroshima y Nagasaki. Tendrían que ser ellos, entonces, los menos expuestos a juguetear con la peligrosa energía nuclear. Pero no, son precisamente ellos los que ahora se agarran la cabeza por haberse metido en tragedias. El tsunami gigante del 11 de marzo puso en su lugar muchas cosas. La principal de ellas es que los seres humanos no somos los dueños de la vida, sino apenas tributarios, delegados o meros inquilinos. Esto es un duro golpe para el ego de cada uno, pero cargar con la mochila del ego (como si no tuviéramos ya suficientes fardos que cargar mientras subimos la montaña), es completamente innecesario. Sí, el ego es innecesario, pero, ¿cómo lo podría entender una persona si sólo utiliza como herramienta de percepción precisamente al ego?

El ego es la creencia de que las personas están separadas. Y el problema es que las creencias se transforman en actos y cuando los actos provienen de personas que se imaginan separadas, las evidencias se tornan violentas. Vale decir: tú te ilusionas con algo y cuando la ilusión se derrumba te deja postrado o aniquilado.

Volvamos al terremoto. No somos dueños de la vida. Por lo tanto, no existe “mi vida” por un lado ni “tu vida” por el otro. Hay una sola vida y nosotros somos tributarios de ella. Tú eres encargado de una parcela de esa vida y yo soy encargada de otra parcela, pero ambos somos tributarios de la totalidad de la vida.

Si hubiéramos aprendido esto desde pequeños, quizá muchos de nuestros famosos males no hubieran acontecido. Eso es lo que piensa el ego, con su inevitable vistazo al pasado, pero en realidad todo ello no existe. Lo único que tenemos es el presente. Y un terremoto es puro presente. ¿Habéis estado alguna vez en medio de un terremoto? Pues yo sí, y os aseguro que su lección es obligatoria, deslumbrante y magnífica: “Lo único que existe es el Presente”.

Alguno quizá se pregunte qué tiene que ver todo esto con las centrales atómicas de Japón y el tsunami. Sencillamente, poner a gobernar al ego es demasiado peligroso. En las eras arcaicas, el más fuerte la emprendía a golpes con el más débil. Luego, el más débil se tornó más astuto y manipuló a la fuerza bruta. Así aparecieron los tiranos y luego los reyes. Durante siglos y más siglos, los humanos se dejaron gobernar por reyes. La falta de creatividad les jugaba en contra y nunca se les ocurrió que se trataba tan sólo de una guerra de egos. Hace trescientos años, era imposible imaginarse un mundo sin reyes. Pero de pronto, apareció un terremoto social y se metieron en la danza los políticos, hasta que lograron instalar otra variante del sueño egoico. Hoy en día, los políticos pretenden manejar a los seres humanos y los escasos reyes que han quedado son meros símbolos. Pero así como hace trescientos años era imposible imaginarse un mundo sin reyes, ahora parece imposible imaginar un mundo sin políticos. Y, sin embargo, eso es lo que se viene. La próxima etapa será una sociedad humana sin políticos. Tendrá que serlo, porque fueron los políticos quienes construyeron las centrales atómicas de Japón, aun luego de haber sufrido los dos bombazos contra Hiroshima y Nagasaki. No se puede jugar a la ruleta rusa pretendiendo que no es un suicidio.

Las personas que no ejercitan los músculos de la creatividad, en este peldaño de la conversación, aparecen para decir: “Pero eso es imposible, ¿cómo puede haber un mundo sin políticos? Alguien tiene que gobernar”. O cosas por el estilo. Apelo entonces al lenguaje analógico: hace 120 años era imposible imaginarse máquinas voladoras. Poco tiempo después, resultó imposible imaginarse un mundo sin aviones.

Pues bien. Si queremos imaginar un mundo sin políticos, tendremos que concebir un mundo sin ego. Lo cual es completamente innecesario: ya existe un mundo sin ego y es la Vida en su totalidad. Mientras tanto, el ego es un quijote, un loco que quiere cambiar la vida a su manera como si estuviera separado de la vida.

Tengamos en claro que la vida es una sola y adopta miríadas de formas. La vida tiene tu forma, o la forma de tu madre, o la forma de tu hijo. Pero sólo son formas diferentes de una sola vida. El ego, en cambio, es un político. Quiere manipular a la vida como si ésta fuera una cosa. Además, tiene sus mañas, es tremendamente astuto y adopta las formas de la enredadera. Cuando tú dices: “Hay que acabar con el ego”, enseguida te responde: “Pues sí, organicemos rápidamente una institución para acabar con el ego”. O se pone a dar cursos: “Acabemos con el Ego en diez lecciones”. O cosas por el estilo.

Los políticos fueron los que concibieron las centrales atómicas de Japón. Y son los que obligan a todos a marcar el paso, enseñándonos su mandamiento vertebral: “Sálvese quien pueda”. Pues bien, ese mandato de que se salve quien pueda está provocando que ya no se salva nadie de tanta calamidad.

“¿Hay algo que se puede hacer en todo esto?”, me pregunta una de mis hijas. “Nada, le respondo. Hacer algo sería hacer política y eso sigue prolongando el sufrimiento”. Pero entonces, “¿para qué sirve reflexionar sobre todo esto?”, vuelve a preguntarme. Como respuesta, le muestro una noticia que apareció en los diarios no hace mucho y que, en medio de tanta catástrofe, parece minúscula. Un niño de apenas dos años murió ahogado en la pileta de natación de sus padres. Sin que sus padres se dieran cuenta, el niño salió a caminar al patio y cayó al agua. Fue cosa de tres o cuatro minutos, a lo sumo cinco. Pero cuando los padres llegaron a la pileta, ya no hubo nada que hacer.

Luego de mostrarle la noticia, le digo a mi hija: “el único mandamiento de la vida es el de cuidar a la vida”.



Furia del Lago

De vuelta de la mano de Nathan Gill


Ya estamos de vuelta después de este corto y, creo, merecido descanso pero con las pilas cargadas.
Creo que cada vez hay más curiosidad y expectación por lo que Nathan Gill nos comunica en sus escritos.
Paso a transcribiros un correo de Furia del Lago y mi contestación:

"Hola, Luis. He terminado de leer Nathan Gill y lo he comenzado de nuevo. Es magnífico. Gracias, amigo".

Furia del Lago

Gracias Furia:

Lo cierto es que me encantaría mantener correspondencia con personas que lo hayan leido y resuenen con su enseñanza. "Yo" me he empapado muchísimo de ésta y estoy abierto a compartir, difundir y aclarar cualquier duda que haya al respecto.
Con lo que está sucediendo en el mundo ultimamente el embelesamiento se hace más patente por lo que pueda deparar el futuro, cosa que ya sabemos, no existe (salvo como pensamientos sobre el futuro así como sobre el pasado). Sólo existe este momento y lo que se da en él y eso, gracias a Dios, es lo que mantiene todo esto a salvo.
Así que. en vista de los acontecimientos, me gustaría conversar y compartir más contigo (y con más personas) desde el punto de vista de los enunciados de Nathan Gill.

Un abrazo, Luis.

Como podéis ver ese es mi deseo y gustosamente me escribiré con todo aquel que resuene de algún modo con el mensaje de Nathan Gill.

Luis Granados

sábado, 12 de marzo de 2011

Descanso


Llega el tiempo de descansar. Creo que me viene bien un descanso entre tanto blog y página de Facebook. Toca reponer fuerzas. También llevo una semana de catarros así que, todo se junta.

Hasta la próxima, Luis.

lunes, 7 de marzo de 2011

Otros encuentros por Internet


Mirando por Internet, buscando en Google por mi nombre y apellidos completos he dado con un diario que escribí sobre la gratitud en una página web llamada: “La coctelera” y me he quedado alucinado lo que escribía en aquella época.
Os dejo unas muestras:

MARTES 1 de abril del 2008 15:15h
Un nuevo día para ser vivido y para ser agradecidos por lo que tenemos y recibir las gracias por realizar actos de amabilidad.
Por ejemplo, ayer paré mi furgoneta para dejar pasar por el paso de peatones de una céntrica calle de Irún a un señor con bastón y con movilidad reducida. Me saludó dos veces, una al detenerme y la otra al terminar de cruzar y esta vez lo hizo levantando el bastón al aire en agradecimiento. Y es que vivimos demasiado deprisa como para detenernos y apreciar el momento. Yo también tengo que espabilarme si no quiero que me coja el toro del tiempo. Ayer terminé una hora más tarde porque a última hora tuve un pedido de quince cajas para llevar a un domicilio pero, unas veces se termina antes y otras, más tarde.
Hoy le he agradecido a mi encargado el que me hubiera traído los papeles del contrato para firmar. No tengo media jornada sino 70% como él dice.
A ver esta tarde que tal se me da.
Cuando he salido de casa esta mañana estaba lloviendo y en un principio no he puesto muy buena cara pero luego me he acordado de la gratitud y he agradecido la lluvia porque es vida, porque llena nuestros pantanos que nos abastecen para millares de cosas, nos limpia la atmosfera y las calles y es una bendición.
Seamos agradecidos porque por lo menos, no seremos lo contrario, desagradecidos.
Que tengáis un buen día y agradecerlo sinceramente, de corazón.
Gracias.

Miércoles 2 de abril

Hoy tenemos otro día para agradecer. ¿Y qué podemos agradecer? En principio el estar vivos o es que,¿tenemos que escuchar un veredicto médico de que nos falta poco de vida para que empecemos a valorar cada momento que tenemos?
Así que agradezcamos este nuevo día y acojamos todo lo que nos depare, sean cosas negativas o positivas.
Anoche llegué valdado del trabajo, con escalofríos y debilidad. Esta madrugada me he despertado hacia las 5:00h con sensación de ahogo y he notado que tenía los pulmones algo encharcados y he echado algo de sangre en las flemas. Hace unos días que noto algún dolor por la parte izquierda de las costillas flotantes. He llamado para pedir cita para el médico y me han dado para las 9:20h de la mañana. Me siento fatigado después de subir los dos pisos hasta mi casa.
El caso es que estoy cubriendo una baja en el trabajo de un compañero que debe de llevar más de un año de baja y a ver si la voy a coger yo ahora. Creo que es debido a que nuestro trabajo de repartidor en alimentación sudas y luego te quedas frío aparte de que estos últimos días no ha dejado de llover.
Anoche pegué dos estornudos de aupa que me salieron del alma.
Yo sigo agradeciendo lo que tengo.
Podéis preguntar con razón si también hay que agradecer los malos momentos o las malas noticias. Creo que eso depende de la situación y de la persona pero cuando entras en esta dinámica de gratitud, agradeces todo lo que se te presenta en la vida porque es por algo.

Vuelta a la vida, 17 mayo 2008

Desde mi última publicación, hace ya más de un mes y medio escribí que no me encontraba bien y que tenía médico al día siguiente por la mañana.
Esa noche llegué a casa del trabajo hecho un cromo y mi mujer enseguida decidió ir a urgencias y allí fuimos. El caso es que me ingresaron con un cuadro de neumonía y posibilidad de tuberculosis. Al final, el sábado 5 de abril una doctora residente mandó hacerme una ecografía del corazón y detectaron una válvula rota y esa misma tarde me operaron de urgencia. Salvé la vida por los pelos. He estado ingresado mes y medio con un puñado de antibióticos porque pensaban que todo había sido debido a una infección del corazón y ayer, por fin, me dieron el alta y ya estoy en casa.
Estoy muy agradecido a todos los que han hecho posible el que siga con vida.

Luis Granados

viernes, 4 de marzo de 2011

Encuentros por Madrid 6 y final.


Al final todos se marcharon y quedamos Rafa y yo. Estuvimos más de una hora y media hablando y compartiendo, él sobre los talleres que había realizado con Douglas Harding y Richard Lang y yo sobre las enseñanzas de Jeff Foster y Nathan Gill, sobre todo de éste último. Rafa no está pasando un buen momento a nivel personal y pienso que todo lo que hablamos, de alguna manera u otra nos ayudó a comprender que el presente es todo lo que hay y todo lo que existe y lo demás son pensamientos que forman parte del decorado, como el coche que pasa o el gorrión que picotea una corteza de pan.
Rafa me estuvo contando detalles de los talleres que desconocía como experimentos que no conocía o variaciones en algunos de los experimentos ya conocidos por lo que estuve apuntando todo en una pequeña libretita para que no se me olvidara. Lo cierto es que todo lo que tiene que ver con Douglas Harding y sus experimentos es un tema que me apasiona y que me gusta compartir.
Ya como punto final nos despedimos con un gran abrazo y seguimos en contacto gracias a Internet.
Así, más o menos, transcurrió estos encuentros por Madrid de los que, todos nos llevamos unos gratos recuerdos.

Luis Granados.

jueves, 3 de marzo de 2011

Encuentros por Madrid 5




















A mi derecha Sat y a mi izquierda Rafael.

Al día siguiente, domingo, nos levantamos los tres a las siete de la mañana (nos habíamos acostado hacia la una de la madrugada) porque Ernesto tenia que coger el tren hacia las nueve. Me dijeron que podía quedarme en la cama ya que, no cogía yo el tren hasta las cuatro y cuarto de la tarde pero les dije que no. Habíamos venido todos a Madrid a conocernos, hablar y compartir y no me iba a quedar en la cama para nada. Mi tía nos preparó un delicioso desayuno, cosa que le agradecimos con efusividad. Llegó el momento de despedirnos y marchamos para Madrid. En el tren de cercanías les pedimos a unos revisores de la RENFE que iban a trabajar que, si no les importaba, nos sacasen una foto. Alucinaron que tres personas a las siete de la mañana de un domingo les pidieran tal cosa, que ya teníamos valor pero aún así la sacaron. Es la foto en la que estamos los tres dos entradas más abajo, en la que dice: “De un modo natural uno se vuelve más impersonal y a la vez es más uno mismo”. Luego, en la estación de Atocha vimos a Ramón, cosa que comenté también en una de las entradas de más abajo.
Ernesto se marchó, después Ramón (con el que despedimos con unos abrazos de todo corazón) y nos quedamos Salva y yo. Cogimos el metro y fuimos a Chamartín donde habíamos quedado con las últimas personas que nos faltaban por ver. Primero apareció Rafael, un chico bastante alto que, según nos dijo, había asistido a tres talleres con Douglas Harding en Inglaterra. Escuchamos con mucha atención todo lo que contaba y nos trajo unos folios con algunos escritos. Más tarde quedamos con Tina y Sat aunque Salva no llegó a conocer a ésta última porque tuvo que coger el tren. Charlamos bastante y nos contaron como habían estado en una charla de Pedro Rodea la tarde del sábado y que si hubiéramos ido no habríamos podido entrar porque ya no cabía ni un alfiler.
La foto de arriba es de uno de los momentos del encuentro y nos la sacó Tina.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Encuentros por Madrid 4




















Vamos a retroceder en el tiempo porque con la historia de Ramón me he adelantado un poco. Habíamos dejado ya a Juan Savater y, cenando en la terraza de un bar conocimos a Ramón. Después llegó la hora de marchar hacia Leganés para dormir en casa de una tía. Allá nos presentamos los tres, Salva, Ernesto y yo y, después de dejar las bolsas donde llevábamos el pijama y demás nos fuimos a la calle con el libro de Nathan Gill, Ya estás despierto. Buscamos un bar tranquilo para leer y comentar según se leía pero los bares que vimos eran bulliciosos por lo que optamos por quedarnos sentados en un banco leyendo y comentando. La foto de arriba es de ese momento y lo cierto es que tuvimos muy buenas conversaciones sobre el libro y sobre las cosas que nos pasan en la vida pero siempre contando con ese momento, con el presente donde todo se despliega, hasta esas historias de mi pasado, “lo que ocurriría si…” y demás pensamientos que no tenían más trascendencia que cualquier escena que se presentase en ese momento, como dice Nathan, como parte del decorado.
Después de un rato largo dimos por finalizada la tertulia y nos fuimos a casa de mi tía a dormir. Lo necesitábamos. A la mañana siguiente tendríamos más encuentros (además del de Ramón) que detallaré en próximas entradas de este blog.

Gracias por leerlo.

Un abrazo para todos, Luis.

martes, 1 de marzo de 2011

De un modo natural uno se vuelve más impersonal y a la vez es más uno mismo





















Todo lo que nos iba ocurriendo en Madrid me recordaba a esta entrada que publiqué en mi otro blog, el de perspectivas No-duales extraido del libro de Antonio Jorge Larruy, Espacio Interior, que por cierto, se me olvidaba, el viernes de esa semana había asistido a una charla que impartió Larruy en un conocido hotel de San Sebastián sobre relaciones personales que me encantó.
Este es el extracto que va a la medida con todo lo que nos ocurrió en la capital de España:

"Para la persona que está funcionando con una conciencia más amplia empiezan a funcionar en ella también otras leyes: las cosas le van saliendo con una fluidez, las cosas se producen, aparecen, se va encontrando una sincronía en la que todo te está diciendo algo; y realmente, vas entendiendo que todo te conduce. No es una interpretación mental, pero te vas dejando llevar de manera fácil, y fluida; que la conciencia te vaya llevando. Te vas dejando en manos de la vida, pero a la par que estás muy consciente, intenso, en cada momento entregado a la situación que la vida te pone.
Entonces vas descubriendo que no tiene ningún sentido forzar las cosas, que todo se produce, que hay un gozo en eso; la conciencia se va abriendo y se va produciendo una iluminación. Pero todo este aspecto maravilloso no se puede forzar: nosotros podemos llegar a vivir desde el fondo, desde ahí la conciencia y la vida nos irán abriendo, iremos descubriendo toda una conciencia que es una unidad y que es una vida, que es una. Primero dejamos la clave personal y luego dejaremos la clave individual y uno irá viviendo en una conciencia en la que uno ya no se tiene en cuenta de un modo personal e individual, sino que hay una impersonalidad: se ve en algunas personas maduras, que están viviendo más cara al conjunto, en vez de cara a lo personal. Pues de un modo natural uno se vuelve más impersonal y a la vez es más uno mismo, porque yo soy esa conciencia y estoy en ella porque la soy".

Antonio Jorge Larruy

Encuentros por Madrid 3




















Nos despedimos de Juan Carlos Savater hacia las 20:00 H. pues tenía que coger el autobús para ir a su casa de las afueras de Madrid y decidimos ir al bar que nos aconsejó Ernesto, “El brillante” creo recordar donde, decía, servían unos ricos bocadillos de calamares. Nos sentamos en una mesa de fuera, en la terraza y les advertí que, a la hora de comer, yo no era muy hablador, pero no sirvió de mucho, al final hablé de lo que habíamos acordado en el encuentro, de la No-dualidad. En un momento dado, Salva vio a un amigo el cual no veía desde hacía trece o catorce años, Ramón. Cuando lo seguimos con la mirada, Ramón iba acompañado por otro amigo pero lo que nos dejó boquiabiertos fue que Ramón vestía todo de blanco como los saris indios, calzaba sandalias, llevaba el pelo largo y una gran barba. Se suele decir que una imagen vale más que mil palabras. Arriba podéis ver la foto que nos hicimos en la estación de Atocha en otro encuentro “fortuito” porque lo del bar fue por la noche del sábado y la foto es del domingo por la mañana cuando acompañamos a Ernesto a coger el tren. Íbamos los tres, Ernesto, Salva y yo por la estación y vi a Ramón sentado en una mesa tomándose un té. Le dije a Salva, “¿no es ese Ramón, tu amigo?", y efectivamente lo era. Le pedimos permiso para sentarnos con él y estuvimos hablando rato largo hasta que Ernesto por un lado y más tarde Ramón por el otro se marcharon de viaje.
Salva conocía a Ramón desde hacía trece o catorce años porque fue su profesor de Reiki y, según Salva, por el que comenzó su camino espiritual y, os vuelvo a repetir, ¡mirad que es grande Madrid que nos lo tenemos que encontrar de nuevo al día siguiente en la estación de Atocha! Una pasada.

Luis Granados

Unas palabras sobre Juan Carlos Savater y algo más del fin de semana en Madrid


Juan Carlos Savater es un artista que en la actualidad pinta cuadros y da charlas sobre Advaita y No-dualidad tanto clásico como contemporáneo.
Nacido igual que un servidor, en San Sebastián, actualmente vive a las afueras de Madrid y está disponible para todo aquel que quiera escucharle hablar de este universo tan apasionante de la No-dualidad. Desde hace años lleva un blog llamado Una Sola Esencia, cuyo enlace es este:
http://www.unasolaesencia.com/2011/02/no-basta-escuchar-esta-ensenanza-de.html
(También podéis acceder a la derecha, donde pone: Mi lista de blogs amigos.)
En ese blog, además de poder leer sus entradas, también tiene tres archivos en pdf para descargarse el que quiera y leer sus interesantísimas aportaciones. También a la derecha pone las cartas y correos electrónicos que tiene con otras personas afines a la No-dualidad.
Es traductor de libros. Tradujo Una Sola Esencia del escritor de temas advaita Sailor´Bob Adamson que desde su visita a Sri Nisargadatta Maharaj, en cuya presencia terminó la búsqueda en el año 1976, presta su ayuda a cuantos se acercan a él de una manera auténtica y discreta, absolutamente alejada tanto del exotismo como de la ostentación. Es un libro precioso que tengo entre mi colección. Cuando estuvimos con Juan Carlos, nos contó que intentó la publicación de otro maravilloso libro de Bob Adamsom pero las editoriales y otros estamentos, por unos motivos u otros, no se ha llegado a hacer nada.
Juan Carlos Savater es un gran hombre y una gran persona, afable y abierto a todo aquel que quiera compartir, así lo comprobamos todos los que, ese último fin de semana de febrero estuvimos en su presencia. En el último correo que me ha escrito me dice:

Hola Luis:
Espero que tengas buen recuerdo de tu meteórica visita a Madrid y que puedas repetirla pronto.

Este es el correo de Juan Savater:

juansavater@gmail.com

Sí que tengo un buen recuerdo de mi meteórica visita así como de todos los que nos acompañaron, por ello agradecer a Salvador González, Ernesto Frutos, el mismo Juan Carlos Savater, Tina Villar (que fue la primera en recibirme en la estación de Chamartín junto a un señor que no recuerdo su nombre), Sat Rodriguez Díaz y Rafael Diez (que fue la última persona de la que me despedí en Chamartín, que me acompañó hasta el último momento), Ramón, un amigo de Salvador González con el que nos encontramos dos veces por Madrid (ya os lo cuento en sucesivos post) sin olvidarme de los que no pudieron estar como Gustavo Troncoso por problemas de salud y Manuel j. Salvador Torres porque su mujer estaba pasando una gripe y un fuerte constipado. Muchas gracias a todos. Espero repetirlo pronto.

Luis Granados.