Desde muy joven he sido un lector empedernido. Creo que el primer libro que me lei enterito fue uno de más de 500 páginas titulado "El gran enigma de los platillos volantes" de Antonio Ribera. Un libro que me atrapó con su lectura. Después de ese primer libro he leido de todo pero el post que nos lleva el caso es este otro libro: Nadie en casa de Jan Kersschot. La primera vez que lo vi fue en la tienda Natura, (ya sabéis, esa que ponen un gigantesco oso de peluche en la entrada y que tanto gusta a los niños). Pues corrían los meses finales del 2005 y ahí estaba este personaje llamado Luis ojeando un libro con un título de lo más raro. Lo que lei me gustó y lo compré. Seguí leyéndolo en casa y vi que había unos experimentos para hacer uno mismo o con otra persona para, según su autor, "ver" la verdadera naturaleza de uno, en suma, llegar a atisbar ese Ser que tanto se lee o comenta en los circulos metafísicos y espirituales. De hecho, hace tiempo estuve en grupos de metafísica donde se realizaban trabajos con energías y con las llamas y sus colores, violeta, etc. para llegar a ese Ser tan esquivo en el día a día.
Terminé de leer el libro de Jan y me propuse hacer los experimentos a ver si en verdad se podía acceder a ese Ser que tanto hablaba su autor.
En sucesivas entradas os iré relatando mi experiencia.
Luis Granados.
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